Hotel súper recomendado en un barrio tranquilo y seguro. Habitaciones espectaculares, grandes y con hermosos ventanales. Personal amable y desayuno completo. Cercano al tranvía que va al centro de Friburgo. Aparcamiento fácil y gratuito. Excelente ubicación en la Selva Negra con hermoso paisaje y aire limpio. Antigua edificación típica muy bien conservada. Desayuno de calidad y variedad. Personal simpático y servicial.

Nada 😊

Nos encantó nuestra estancia en este hotel tranquilo en las afueras de Friburgo. El personal fue muy amable y atento. La ubicación en plena naturaleza, pero a solo 10 minutos en coche del centro de la ciudad, fue perfecta para una escapada de turismo rural. El desayuno, que nos sirvieron a la mesa, fue delicioso. Además, el hotel está bien conectado con una parada de tranvía cerca. Agradecimos poder aparcar fácil y gratuitamente en la puerta. La habitación era espaciosa y disfrutamos del precioso paisaje de la Selva Negra desde la ventana.

Nada, todo estuvo bien.

la habitación espectacular, con tres ventanales increíbles, calefacción regulable, personal amable y desayuno estupendo. El tren al centro de Friburgo está cerca y aparcar es fácil.

No hay ascensor, subir las maletas al último piso no es agradable sobretodo con niños pequeños. algo que faltaba.

Recomendaría sin duda el Hotel Kühler Krug. Es una encantadora construcción antigua típica de la zona, que está muy bien conservada. A pesar de estar en las afueras, cuenta con un servicio de tranvía eléctrico que te lleva fácilmente al centro de la ciudad. El desayuno es excelente, tanto en cantidad como en calidad de los productos. Además, el personal es increíblemente simpático y siempre está dispuesto a ayudar.

Nos alojamos en una habitación espectacular, bastante grande y con tres ventanales increíbles. La calefacción estaba muy bien y se podía regular fácilmente. El personal del hotel era muy amable y el desayuno era estupendo. Además, la ubicación era perfecta, ya que el tren que va al centro de Friburgo estaba a solo 1-2 minutos caminando y era fácil aparcar en la zona.

¡Imposible encontrar algo negativo! 😊

La habitación en el Hotel Kühler Krug fue espectacular. Era bastante grande y contaba con tres ventanales increíbles que ofrecían unas vistas impresionantes. Además, me encantó que la calefacción se pudiera regular a mi gusto. El personal del hotel fue muy amable y el desayuno estuvo estupendo. me gustó mucho la ubicación del hotel, en el principio de la Selva Negra. El paisaje era precioso, con el río pasando al lado de la ventana y el aire limpio que se respiraba. Además, aparcar en la zona era fácil y gratuito. Sin duda, recomendaría este hotel.

No se me ocurre nada. 😊

El paisaje de la ubicación precioso

Río cerca de la ventana. Aire limpio.Fácil y gratis aparcamiento.Habitación muy grande.Edificación antigua bien conservada.Servicio permanente de tranvía eléctrico.Desayuno excelente en calidad y cantidad

Nada, todo fue perfecto.

Habitaciones sorprendentemente nuevas y enormes. La ubicación es realmente encantadora y estupenda, a 15 minutos andando del Liebfrauenkirche...

La comida estaba increíble y tenía una cantidad enorme de comida diferente.

El hotel está en las afueras pero cuenta con una parada de tranvía justo al lado, lo que facilita moverse hacia el centro de la ciudad de manera rápida y cómoda. Además, este transporte público es muy eficiente y frecuente. La habitación en la que me alojé era espectacular, con amplias dimensiones y tres ventanales que permitían una increíble vista. Además, la calefacción era regulable, lo cual fue genial para adaptarla a mis necesidades.Uno de los aspectos destacables fue el desayuno, que consistía en una gran variedad de productos de calidad y siempre estaba bien servido. Además, el personal del hotel era extremadamente amable y servicial, lo cual hizo que mi estancia fuera aún más agradable.Por último, el hotel cuenta con un pequeño garaje en el cual siempre encontré lugar para aparcar mi coche, lo cual fue muy conveniente.

Nada.

Un hotel lindo, me ha gustado mucho su ubicación excelente y encantadora.

Pasé allí 3 noches y fue una experiencia perfecta. Ubicación: el hotel estaba muy, pero que muy cerca del centro de la ciudad y de los tranvías y de las rutas de senderismo. Además, estaba en el centro de la ciudad. La cama era súper cómoda y todo en la habitación era enorme. Había un baño bonito con una ducha y un secador de pelo. El personal era excelente, un verdadero placer tratar con ellos.

el paisaje de la ubicación en el principio de la selva negra es precioso, el río pasando por al lado de la ventana y el aire limpio que se respira. además se aparca fácil y gratis en la puerta que siempre es de agradecer. la habitación muy grande. el personal muy amable y atento.

la habitación parecía un poco antigua, comparado con el resto del establecimiento.

Siempre vuelvo a este hotel. La primera vez me ayudaron con consejos sobre la cena. Tiene todo lo que necesito: Wi-Fi, estacionamiento, restaurante, TV de pantalla plana, se aceptan mascotas y habitaciones para no fumadores. ¡Volveré para Año Nuevo!

El Hotel Kühler Krug es una joya en Friburgo. La antigua edificación típica de la zona está muy bien conservada y su ubicación en las afueras es perfecta, gracias al servicio de tranvía eléctrico que te lleva al centro en un abrir y cerrar de ojos. El desayuno es simplemente excelente, tanto por la variedad como por la calidad de los productos. Sin mencionar que siempre encontramos lugar en el pequeño pero práctico garaje. Además, el personal es increíblemente simpático y siempre dispuesto a ayudar.

La comida del desayuno, para los gustos españoles, podría ser un poco más variada. Sin embargo, esto no arruina la experiencia en absoluto.

Me ha gustado el hotel tradicional y su ambiente elegante desde el momento en el que entré. Ubicación encantadora en la línea del tranvía y personal excepcionalmente agradable. También estaba no muy lejos de un restaurante y del centro de la ciudad y de los tranvías. La cama era cómoda, la habitación enorme y sorprendentemente nueva. Un baño bien equipado con una bañera.